La mediación familiar va a ser el camino del entendimiento para acercar posturas. Mediante la figura de mediador vamos a poder solucionar problemas y a tomar decisiones positivas que van a ayudar a un entendimiento familiar ya que este núcleo es la base en la que se sustenta el desarrollo del ser humano, en ella encontramos apoyo, amor, compañía, unión…etc.
En la vida pueden surgir conflictos, decepciones o frustraciones que no somos capaces de gestionar o encajar. Un profesional externo puede ayudarnos a ver las cosas desde otra perspectiva, disminuyendo las tensiones y aumentando la motivación por cambiar de rumbo. Este tipo de terapia familiar puede ser de gran ayuda a padres para encaminar o corregir su educación hacia los hijos de una manera compresible y que posibilite los acuerdos entre ambas partes sin confrontaciones.
En las sesiones de mediación familiar, el trabajo consiste en una primera fase de evaluación en la que cada uno de los miembros implicados expone su visión de la situación y con la información recibida acotamos el problema y realizamos un análisis funcional (qué ocurre, por qué, antecedentes que facilitan/predisponen al problema, conductas disfuncionales de cada uno y consecuencias de todo ello), posteriormente y a nivel general el objetivo principal es escuchar al otro de forma empática y aprender a expresarnos correctamente para establecer una comunicación eficiente y respetuosa. Como todo ello supone en muchas ocasiones hablar de cosas dolorosas que nos llevan a conflicto, falta de entendimiento y distanciamiento el rol de un mediador es una inteligente forma de dejarnos guiar en ese proceso de acercamiento en el que todos tienen el mismo objetivo, arreglar la situación, buscar soluciones y recobrar el bienestar.